¿Realmente es sana la industria de la música?

La música siempre ha sido caracterizada como la chispa que acompaña nuestro día a día. Ya sea un momento tan hermoso que disfrutemos al ritmo de Gustavo Cerati o bien una desilusión amorosa acompañada de dolor como lo son los versos de Juan Gabriel; cada canción que escuchamos representa un momento de nuestra vida además de contar una historia diferente que nos identifique y consuele en su sonar pero ¿Alguna vez te se detienen a pensar qué era lo que pasaba por la vida del intérprete para que esa desgarradora armonía nos arrulle?

Hoy en día la industria del entretenimiento representa un control respecto a la economía que mueve al mundo por lo que encajar en ella figura una coacción permanente en lo que representa la vida del intérprete. Una rama de esta industria es la musical la cual establece una demanda del consumo de bienes culturales y de música específicamente, tiene el potencial de ser todo lo amplia y diversa que pueda ser la creación artística. La información que reciba el usuario a través de la comunicación con su entorno social, junto con sus percepciones individuales y capacidades intelectuales desarrolladas, transformará esta demanda potencial hacia un nivel menor, enmarcado por la información recibida, y de esta, lo que mejor pueda desentrañar y satisfacer sus emociones. Es por esto que los estándares para permanecer en esta son crueles e inhumanos ya que el artista es deshumanizado con la finalidad de convertirlo en un artificio monetario del cual exprimir y es tristemente esta una de las principales razones por las cuales cuantiosos artistas se ven orillados a la adicción, depresión, y en el peor de los casos el suicido.

A continuación una pequeña lista de artista afectados y atormentados psicológicamente por esta industria además de sus desenlaces/como lo afrontan.