"NO, NO TODO ES CULPA DEL GRUNGE."

Para muchos, la muerte de Chris Cornell en 2017 fue muy fuerte. Se sentía como una obsesión, un recordatorio de que la fama y el éxito ofrecen muy poca protección para la salud mental; todo lo contrario en realidad. Sin embargo, también quedó claro lo terrible que es que tantos todavía exalten la enfermedad mental y el suicidio de músicos como Kurt Cobain, cuya muerte ha sido fuente de todo tipo de teorías de conspiración.

La muerte de Cornell sirvió como un recordatorio de que las muertes como la de Cobain son tragedias muy reales.

Pero quizás lo más inquietante de la muerte de Cornell fue que, a pesar de sufrir depresión desde una edad temprana, el músico encontró formas de vivir con ella, aunque incómodamente.

Se las arregló para evitar ser definido por su salud mental, en gran parte porque entendió que no era una parte inherente de su personalidad, pero aun así fue abierto y honesto sobre esta lucha. En 2006, el ex líder de Soundgarden y Audioslave reveló cómo un incidente cuando era adolescente provocó los problemas de salud mental con los que lucharía por el resto de su vida.

En declaraciones a SPIN, Cornell explicó cómo una mala experiencia con las drogas, junto con la falta de apoyo, condujo a una serie de ataques de pánico recurrentes: “Y, por supuesto, no le estaba diciendo la verdad a nadie. No es como si fueras a tu papá o a tu médico y le dijeras: ‘Sí, fumé PCP y estoy enfermo’. Así que me volví más o menos agorafóbico porque tenía flashbacks. De los 14 a los 16 no tuve amigos. Me quedé en casa la mayor parte del tiempo. Hasta entonces, la vida era muy buena. El mundo era grande y sentía que podía hacer lo que quisiera. De repente sentí que no podía hacer nada”.

Pero quizás incluso más peligroso que el alcoholismo de Chris Cornell era su creencia de que él era uno de los afortunados; que debido a que no siguió el camino de Kurt Cobain o Shannon Hoon de Blind Melon, de alguna manera fue validado al adoptar un estilo de vida que impactó negativamente su salud mental. «Creo que el hecho de que se me considere la gente ‘más equilibrada’ de las bandas famosas de Seattle me ha permitido mentirme a mí mismo», dijo una vez Cornell. «No vi que empeorara, pero lo hizo».

En 2007, en entrevista para WAAF Boston con Mistress Carrie, el ex vocalista de Audioslave y Soundgarden explicó que había veces en que se encontraba bien pero que había momentos en su vida demasiados oscuros.

“Cada vez que tenemos la oportunidad de platicar contigo, parece que te encuentras en el mejor momento de tu vida, ¿se puede decir que ahorita es el ‘momento más feliz para ti?, le preguntó Mistress Carrie.


“En realidad, no hay comparación. He sido muy afortunado y he tenido una gran vida, pero también una vida caótica. He atravesado periodos bastante oscuros – algunos me los he impuesto, otros por haber perdido algunos amigos cercanos y personas que extraño. Ahora, es algo que… ni siquiera sabía que así podía ser la vida. Estar felizmente casado; tener una familia como parte de mi carrera donde no es un acto de malabarismo – donde simplemente es, ‘Esto es lo que hacemos juntos’. ¡Eso lo mejora todo!”.

Ese año, Chris Cornell estaba promocionando su disco en solitario titulado Carry On. También comentó cómo todos estos cambios en su vida influyeron en su trabajo. “Escribir canciones para mi disco fue algo que nunca había experimentado. En lugar de ir al estudio y estar en un cuarto oscuro, que era lo que usualmente sucedía, y escribir solo, ahora lo hice en en la recámara con mis hijos afuera. Los podía escuchar corriendo. Me enfoqué en lo que estaba haciendo y tenía a mi familia ahí. Nunca me sentí apartado como antes, y parte de ese sentimiento era lo que traía la depresión. Ya no es parte de mi vida, lo que es fantástico”.

Fue a través de la música que el músico pudo encontrar una salida, pudiendo expresar sus problemas en sus letras. Sin embargo, la fama e imagen "estable" que tenía lo perjudicaron a la largo. "No vi que se podía poner peor, pero sí lo hizo", aseguró la voz de Soundgarden.

Chris Cornell murió el 17 de mayo de 2017 a los 52 años. Fue encontrado en su hotel muerto, se reportó que había sido un suicidio.

"Siempre he luchado con la depresión y el aislamiento para que puedan salir. Creo que el estado de ánimo de Seattle para mí, y la forma en que siempre interpreté ese estado de ánimo, fue siempre un poco introspectivo y oscuro. Y no diría ‘deprimente’, sino introspectivo de una manera que podría ser más melancólica y oscura."



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